Soy licenciada en Psicología y actualmente curso una Maestría en Trabajo Social. Durante los últimos 8 años he trabajado como administradora de casos en diversas organizaciones sin fines de lucro, particularmente atendiendo a niños, adolescentes y adultos con retrasos en el desarrollo —como autismo, síndrome de Down o ADHD—, así como brindando atención a personas que enfrentan crisis de salud mental, incluidas ideación suicida, ansiedad y depresión. También he trabajado con adolescentes que presentan problemas de conducta.

Actualmente, acompaño a parejas como entrenadora de carrera para ayudarlas a completar cursos de certificación y acceder a empleos más estables. Sin embargo, el próximo mes daré un paso profesional importante: me incorporaré como coach en el programa “Jugando Seguro”, el cual se enfoca en visitar escuelas para informar a estudiantes sobre el abuso infantil, ayudándoles a identificarlo —y, en casos necesarios, reportarlo.

Mi estilo terapéutico está basado en metodologías como psicoterapia interpersonal, terapia conductual, centrada en la persona, focalizada en emociones y también narrativa. Lo que me impulsó a esta profesión es mi pasión por ayudar: siempre he sido alguien que disfruta escuchar, acompañar a otros en descubrir lo positivo en sus vidas. Además, como profesional hispana, deseo derribar el estigma que aún existe en nuestra comunidad sobre la terapia y la salud mental.

Para mantenerme actualizada utilizo fuentes acreditadas del ámbito terapéutico y el DSM‑5 como referencia clínica. Si alguien está considerando la terapia pero no se decide, le diría que no pierde nada con intentarlo: quizás sea la oportunidad que cambie su vida, y el beneficio no solo será para esa persona, sino también para quienes la rodean. Solo uno mismo puede dar el primer paso para recibir ayuda y, desde ahí, el impacto se extiende.