Therapy Works

Exhalando los traumas Por Astrid Garcia

Las experiencias que vivimos durante las diferentes etapas de nuestra vida nos van marcando y formando a lo que somos de adultos. Ya que el desarrollo es progresivo, aquello que nos impacte de manera negativa en la infancia continuará por verse reflejado en la adolescencia y así sucesivamente.

El cúmulo de estas experiencias adversas son los desencadenantes de lo que se conoce como un trauma. Los traumas son resultados de una serie de eventos que causan un estrés extremo a nivel psicológico y fisiológico. Esto afecta en diferentes dimensiones como en lo físico, cognitivo, emocional, social y espiritual.

Los tratamientos tradicionales de terapias conductuales orientadas a la introspección son enfocados a procesar las experiencias traumáticas a través de la comunicación verbal. La exposición prolongada en estas terapias ayuda a las personas principalmente a nivel cognitivo, emocional y social, pero carece de abordar los síntomas somáticos del trauma, es decir todo lo que llega a manifestarse a nivel físico en nuestro organismo. El cuerpo es un espejo de nuestros sentimientos, ideas y creencias, cada célula responde a cada una de los pensamientos y palabras que emitimos.

El yoga es una práctica holística en donde se trabaja la unión del cuerpo, mente y espíritu. En la medicina moderna el yoga es cada vez más utilizado como una herramienta complementaria al bienestar integral de las personas y capaz de usarse como tratamiento para el trauma. Diferentes estudios muestran como el yoga impacta de manera positiva en las diferentes dimensiones del desarrollo, principalmente en lo físico, emocional y espiritual.

Los ejercicios de respiración profunda, la meditación para calmar la mente y las posturas de estiramientos, equilibrio y fuerza que ofrece el yoga pueden mitigar la reacción de lucha o huida (fight-or-flight response) ocasionada por estrés agudo. Esta respuesta es activada cuando las personas perciben alguna amenaza a su seguridad, es una reacción al sentirse atacados o inseguros al ambiente al que se encuentran expuestos. Los traumas son un disparador de este botón el cual puede estar encendido por años, bajo una percepción de vivir a la defensiva de tu entorno y a quienes te rodean. A nivel físico se secreta un exceso de adrenalina y elevados niveles de cortisol, lo cual trae una serie de alteraciones hormonales para el cuerpo que lo desestabiliza generando insomnio, migrañas, indigestión, aumento de peso, hipertensión, inflamación y tensión articular, contracciones musculares y ansiedad entre otros síntomas.

A través de los ejercicios de yoga se puede trabajar una higiene postural que elimine la rigidez en el esqueleto, lubricación en las articulaciones y flexibilidad ligamentos que a su vez se traducen en una percepción de soltar rigidez en pensamientos y ser mas flexibles a la manera de abordar las situaciones que se presentan en nuestra vida diaria. Cuando un modo de hablar y de pensar se hace continuo, termina expresándose en comportamientos y posturas corporales, en formas de estar y de «mal estar». Somos nuestra rutina y lo que pensamos diariamente es por esto que abordar la terapia de manera integral y holística es importante para sanar los traumas que podamos cargar con nosotros.

Las afecciones corporales varían de un individuo a otro, ya que el trauma experimentado en cada persona es diferente, por lo que el tratamiento es y debe ser personalizado, con el debido acompañamiento de un profesional de la salud. En yoga existen diversos estilos, técnicas y modalidades que hacen que ésta sea una terapia muy vasta para explorar en el tratamiento del trauma. Los estilos más comunes en terapia de traumas son Hatha, yoga restaurativo y vinyasa. Sus diferencias radican en la duración de la sesión, la profundización e intensidad en las posturas, técnicas de respiración y el uso de props.

Cualquiera de estos estilos aplica para principiantes y pueden ser tomados en sesiones grupales o bien personalizados para dar un enfoque mucho más específico al trauma que se quiera trabajar. La idea general es trabajar en entrar en ese estado de relajación y plenitud, donde la persona se sienta cómoda y segura para experimentar y explorar con su cuerpo, ser mas consciente de el y así poder sanar.

La clave esencial del yoga está en la respiración. Mandar tu enfoque a cada inhalación y exhalación y que estas guíen tus movimientos genera una meditación en movimiento. Práctica en casa inhalaciones y exhalaciones por la nariz con la boca cerrada, sin apretar los labios y dientes, relajando la lengua y manteniendo tus ojos cerrados. Cuenta de tres a cinco segundos por inspiración y expiración de manera atenta por 10 minutos, al finalizar el ejercicio percibe lo revitalizado que sentirás tu cuerpo. Agradécete ese momento que te diste para respirar profundo y calmar tu mente, soltar cualquier pensamiento ajeno al presente.

«Con amor escucho los mensajes de mi cuerpo». Agrega esta afirmación a tu meditación diaria y comienza tu día receptivo y consciente, la clave para sanar está dentro de ti.

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ABOUT

Astrid es una nutrióloga que estudió una Maestría en Ciencias en Salud Pública en Monterrey y vive en Culiacán con su esposo.

Le gusta investigar sobre los temas en boga de salud en compañía de su perrita Lya. Es instructora de yoga y disfruta las amistades que ha generado a través de sus clases.

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