¿Cómo saber si tu hijo sufre bullying? El bullying suele ser un fenómeno oculto, que los niños no suelen contar por miedo, vergüenza o culpa. Por eso, es importante estar atentos a las señales que puedan indicarnos que algo no va bien. Algunas de estas señales son: • No quiere ir al colegio o se inventa excusas para faltar. • Se muestra nervioso, triste, irritable o apático. • Tiene problemas para dormir, comer o concentrarse. • Se aísla de sus amigos o cambia de grupo. • Pierde el interés por las actividades que le gustaban. • Baja su rendimiento académico o se distrae con facilidad. • Aparece con moretones, rasguños, ropa rota o cosas perdidas. • Se queja de dolores frecuentes sin causa aparente. • Se vuelve agresivo, rebelde o desafiante. Si observas alguna de estas señales en tu hijo, no las ignores ni las minimices. Habla con él con cariño y confianza, sin presionarlo ni juzgarlo. Dile que estás a su lado y que quieres ayudarlo. Escucha lo que te dice con atención y respeto, sin interrumpirlo ni contradecirlo. Reconoce su valor y sus cualidades. No le digas que se calle o que se defienda solo, ya que eso puede empeorar la situación. Tampoco le culpes ni le hagas sentir responsable de lo que le pasa. Déjale claro que el problema no es él, sino el acosador, y que nadie tiene derecho a tratarlo mal. ¿Cómo ayudar a tu hijo a prevenir y enfrentar el bullying? Además de estar alertas a las señales de que nuestro hijo sufre bullying, también podemos ayudarlo a prevenirlo y afrontarlo de forma positiva. Para ello, te sugerimos seguir estos consejos: • Refuerza la autoestima de tu hijo. Hazle ver que es una persona única, valiosa y digna de respeto. Reconoce sus logros, sus esfuerzos y sus virtudes. Evita las críticas, los castigos, las comparaciones y las etiquetas negativas. Fomenta su autonomía, su creatividad y su sentido del humor. Ayúdale a desarrollar sus habilidades sociales, su empatía y su asertividad. • Educa a tu hijo en el respeto y la tolerancia. Enséñale a aceptar y valorar la diversidad de opiniones, creencias, culturas, géneros, etc. Incúlcale el diálogo, la cooperación, la solidaridad y la convivencia pacífica. Evita los prejuicios, los estereotipos, los chismes y las burlas. Dale ejemplo de cómo tratar a los demás con amabilidad, cortesía y consideración. • Establece una buena comunicación con tu hijo. Dedícale tiempo de calidad, escúchalo con interés, comparte sus vivencias, muéstrate cercano y afectuoso. Crea un clima de confianza y seguridad, donde tu hijo se sienta cómodo para expresar sus emociones, sus dudas, sus miedos y sus problemas. No le des consejos sin que te los pida, ni le impongas soluciones que no le convencen. Ayúdale a buscar alternativas y a tomar decisiones por sí mismo. • Colabora con el colegio. Mantén un contacto frecuente y fluido con los profesores, los orientadores y los directivos del centro educativo. Infórmate sobre el protocolo de actuación ante el bullying y sobre las medidas de prevención y de intervención que se aplican. Comunica cualquier situación de acoso que detectes o que te comunique tu hijo. Solicita una reunión con el tutor o la tutora de tu hijo para exponer el caso y buscar soluciones conjuntas. No te enfrentes al agresor ni a su familia, ni intentes resolver el problema por tu cuenta. Confía en el trabajo del equipo docente y sigue sus indicaciones. • Busca apoyo profesional. Si ves que tu hijo presenta síntomas de estrés, ansiedad, depresión o cualquier otro trastorno psicológico, no dudes en consultar con un especialista. Un psicólogo o una psicóloga podrá evaluar el caso, ofrecer un diagnóstico y proponer un tratamiento adecuado. También podrá orientarte sobre cómo actuar como padre o madre ante el bullying y cómo reforzar la autoestima y la resiliencia de tu hijo. Esperamos que estos consejos te sean de utilidad para ayudar a tu hijo a prevenir y enfrentar el bullying. Recuerda que no estás solo y que puedes contar con el apoyo de tu familia, tus amigos, el colegio y los profesionales. Juntos podemos poner fin al bullying y crear un ambiente escolar más seguro, sano y feliz para nuestros hijos.